Santiago Zaratiegui (*)
UN CONCEJAL QUE VIAJA EN MICRO DE LÍNEA y PAGA LOS VIÁTICOS CON SU SUELDO
Es el presidente del Concejo Deliberante de Pehuajó. De lunes a viernes paga de su bolsillo los $15 que sale el pasaje desde su pueblo, Mones Cazon, hasta la ciudad cabecera. Gana $2.100 por mes y también abona la cuenta del celular que usa. Antes, incluso viajaba a dedo. Una historia poco frecuente.Lunes, 7.30 de la mañana. En la ruta 86, a la altura de Mones Cazon, aparece la fgura de un hombre trajeado de pies a cabeza. Mientras soporta el frío matinal, llega el micro que lo llevará hasta Pehuajó, ciudad a la que viaja desde hace casi ocho años, todos los días. Una historia común para muchos de los que viven en la zona, pero que pasa a ser llamativa si se tiene en cuenta que, el hombre en cuestión, es Santiago Zaratiegui, el presidente del Concejo Deliberante de ese Partido.
“Recién hace unos años viajo en micro. Pero antes, cuando sólo era secretario del Concejo, me movía a dedo. Y sé que podría pedir algún tipo de compensación, pero esto es mi vocación”, arranca Zaratiegui, el concejal viajero, y aclara que hace poco compró un auto, pero que prefere no usarlo por “obvias cuestiones económicas: la nafta está cada vez más cara y son 150 kilómetros diarios (75 de ida y vuelta)”.
Su historia es archiconocida en Mones Cazon, su pueblo desde siempre. Allí, Zaratiegui es conocido como una persona humilde y honesta. El pasaje en micro hasta Pehuajó cuesta alrededor de $15. Como concejal, percibe un sueldo total de $2.100. De allí, salen sus gastos en viáticos y para pagar la factura del celular.
“La política me creó algunos problemas monetarios, pero es algo que amo. No falto casi nunca a las sesiones y no hay manera de que a las ocho no esté en mi despacho”, sostiene. De sus épocas como viajero a dedo guarda muchas fotos con un notable bronceado caribeño, “No sabés lo que es esperar en la ruta a las 3 de la tarde, cuando volvía. Creían que iba a la cama solar”, cuenta.
Su carrera política es corta, pero ascendente. Ingresó al Concejo Deliberante como secretario en 2001, y dos años después fue electo como concejal por el Frente para la Victoria. A partir de 2005 se convirtió en presidente del HCD y sueña, para más adelante, con ser legislador provincial.
Pero en su mente hay otras metas. Es abogado recibido en la Universidad Nacional de La Plata, está casado y tiene un hijo. Justamente es allí donde quiere depositar la mayor parte de sus energías “Cuando termine mi mandato, en 2009, voy hacer un pequeño parate para dedicarles más tiempo”, finaliza. Un descanso más que merecido.
Publicado en la Revista Municipios Argentinos (Sep. 2008)
(*) En los los 120 años del HCD de Pehuajó, Santiago es el primer presidente de esa institución que proviene de Mones Cazon.
UN CONCEJAL QUE VIAJA EN MICRO DE LÍNEA y PAGA LOS VIÁTICOS CON SU SUELDO
Es el presidente del Concejo Deliberante de Pehuajó. De lunes a viernes paga de su bolsillo los $15 que sale el pasaje desde su pueblo, Mones Cazon, hasta la ciudad cabecera. Gana $2.100 por mes y también abona la cuenta del celular que usa. Antes, incluso viajaba a dedo. Una historia poco frecuente.Lunes, 7.30 de la mañana. En la ruta 86, a la altura de Mones Cazon, aparece la fgura de un hombre trajeado de pies a cabeza. Mientras soporta el frío matinal, llega el micro que lo llevará hasta Pehuajó, ciudad a la que viaja desde hace casi ocho años, todos los días. Una historia común para muchos de los que viven en la zona, pero que pasa a ser llamativa si se tiene en cuenta que, el hombre en cuestión, es Santiago Zaratiegui, el presidente del Concejo Deliberante de ese Partido.
“Recién hace unos años viajo en micro. Pero antes, cuando sólo era secretario del Concejo, me movía a dedo. Y sé que podría pedir algún tipo de compensación, pero esto es mi vocación”, arranca Zaratiegui, el concejal viajero, y aclara que hace poco compró un auto, pero que prefere no usarlo por “obvias cuestiones económicas: la nafta está cada vez más cara y son 150 kilómetros diarios (75 de ida y vuelta)”.
Su historia es archiconocida en Mones Cazon, su pueblo desde siempre. Allí, Zaratiegui es conocido como una persona humilde y honesta. El pasaje en micro hasta Pehuajó cuesta alrededor de $15. Como concejal, percibe un sueldo total de $2.100. De allí, salen sus gastos en viáticos y para pagar la factura del celular.
“La política me creó algunos problemas monetarios, pero es algo que amo. No falto casi nunca a las sesiones y no hay manera de que a las ocho no esté en mi despacho”, sostiene. De sus épocas como viajero a dedo guarda muchas fotos con un notable bronceado caribeño, “No sabés lo que es esperar en la ruta a las 3 de la tarde, cuando volvía. Creían que iba a la cama solar”, cuenta.
Su carrera política es corta, pero ascendente. Ingresó al Concejo Deliberante como secretario en 2001, y dos años después fue electo como concejal por el Frente para la Victoria. A partir de 2005 se convirtió en presidente del HCD y sueña, para más adelante, con ser legislador provincial.
Pero en su mente hay otras metas. Es abogado recibido en la Universidad Nacional de La Plata, está casado y tiene un hijo. Justamente es allí donde quiere depositar la mayor parte de sus energías “Cuando termine mi mandato, en 2009, voy hacer un pequeño parate para dedicarles más tiempo”, finaliza. Un descanso más que merecido.
Publicado en la Revista Municipios Argentinos (Sep. 2008)
(*) En los los 120 años del HCD de Pehuajó, Santiago es el primer presidente de esa institución que proviene de Mones Cazon.
Perfil
Polémico y Frontal
Además de su humildad, Zaratiegui es conocido en el ambiente político de Pehuajó por su personalidad frontal.
El mejor ejemplo sucedió el año pasado, cuando el Concejo decidió interpelar a Juan José Linares, secretario de Gobierno de la anterior gestión, por presuntas irregularidades en el manejo de la policía comunal en medio de una ola delictiva en la que ocurrieron más de 170 robos.
Linares, en medio de la sesión, se levantó y se retiró sin dar xplicaciones. Zaratiegui, en desacuerdo con la actitud, votó a favor del bloque opositor y en contra de su propio partido, lo que provocó que su continuidad se pusiera en duda.
El apoyo de la UCR, demostrada mediante solicitadas en diferentes medios zonales, hizo que siguiera en el cargo
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